jueves, 30 de agosto de 2012

I. JAVIER PULGAR VIDAL: FUNDADOR DE LA GEOGRAFÍA MODERNA EN EL PERÚ




Palabras pronunciadas por el titular de este blog en marzo de 2011, en el homenaje organizado por la Sociedad Geográfica de Lima en la Biblioteca Nacional del Perú al conmemorarse el Centenario del nacimiento del Amauta, Javier Pulgar Vidal. En este recorrido en torno a la vida y obra del Gran Maestro, nos apoyamos, en parte, en nuestra memoria de inolvidables hechos y vivencias ocurridas durante mi transcurso como alumno universitario de Geografía en San Marcos  y como joven profesional que, hasta mediados de la década de 1980, estuvo cerca de las enseñanzas y de los sabios consejos del Amauta; como, en parte también, en la semblanza que en 1986 escribieron nuestros notables colegas, geógrafos Doctores Nicole Bernex e Hildegardo Córdova,   publicada en el Nº 1 de la revista “Espacio y Desarrollo” que edita el Centro de Investigación en  Geografía Aplicada de la Universidad Católica (CIGA-PUCP).


Ante todo, quiero expresar mi profundo agradecimiento a mis colegas y amigos de la Sociedad Geográfica de Lima por el privilegio con el que me honran al invitarme a presentar esta semblanza sobre la vida y obra de Javier Pulgar Vidal, nuestro querido y siempre recordado Maestro, fundador de la Geografía Moderna en el Perú, en este acto de celebración del centenario de su nacimiento.
Deseo también manifestar mi satisfacción por tener esta tarde con nosotros a la esposa del Gran Amauta, la señora Margarita Biber Poillevard de Pulgar Vidal, y su hija Carmen Pulgar Vidal.

Los primeros años y la formación universitaria
Javier Pulgar Vidal nació el 2 de Enero de 1911, en Panao, entonces un remoto pueblo, ahora capital de la Provincia de Pachitea, asentado a 2,430 m. de altitud, al este de la ciudad de Huánuco, de la que hoy se encuentra enlazada por carretera en un trayecto de aproximadamente dos horas.
Muy niño se trasladó junto con su familia a la ciudad de Huánuco. Allí cursó sus estudios primarios y secundarios en el Colegio Nacional de Minería, hoy Colegio Nacional Leoncio Prado, destacando siempre por su excelencia como alumno. Terminados sus estudios secundarios viajó a Lima, donde, en 1931 ingresó a la Universidad Católica del Perú para estudiar Letras, ocupando el primer puesto en el examen de admisión. Su espíritu provinciano colmado de sencillez y sus habilidades como estudiante le granjearon la simpatía de sus colegas. Uno de ellos fue Pedro  Benvenutto Murrieta, con quienes estableció, como se dice ahora, una “buena química” porque Benvenutto se convirtió más adelante en un destacado lexicógrafo y, al igual que Pulgar Vidal, desarrolló una intensa actividad como recopilador, catalogador y estudioso de peruanismos.

Después del primer año de universidad, Javier organizó junto con Benvenutto, Raúl Ferrero Rebagliati,  Carlos y José Pareja Paz Soldán y otros, la "Oficina de Orientaciones" en la Universidad Católica. Aparte de servir como un centro de orientación y guía a los estudiantes que recién ingresaban a la Universidad, esta Oficina también se encargó de   reclutar a los mejores alumnos del interior del país para que estudiaran en la Universidad Católica.   Fue en la condición de miembro de esta oficina que viajó a lca, Huánuco, Paita y Chincha, observando variedad de paisajes, distintos a los que conocía, con lo que su mente lúcida y su capacidad analítica para la Geografía empezó a nutrirse de elementos con los que fue construyendo su interpretación del Perú a partir de su base territorial, esencia del análisis geográfico.

En setiembre de 1931, ocurrió un hecho académico notable en la vida del joven estudiante Javier Pulgar Vidal.  Después de atender en la universidad una conferencia sobre “El Cristo Histórico”, se entabló una discusión entre varios estudiantes, entre ellos  Javier.  Esa discusión fue escuchada por el Rector de la Universidad Católica, el Padre Jorge Dintilhac, quien llamó a Pulgar Vidal para comunicarle su deseo de que todo lo que acababa de decir en el patio lo repitiera en clase.    Fue gracias a esta temprana evidencia de su enorme capacidad intelectual y a la acuciosidad del Padre Dintilhac que en 1932 éste lo nombró profesor auxiliar de Filosofía de la Religión. Ese mismo año, el Dr. Rodolfo Goicochea, entonces profesor   de Geografía, convenció al Rector para que Javier pasara a ejercer como auxiliar de la Cátedra de Geografía a partir de 1933.    Al interesarse por la geografía y la arqueología, Javier entró en contacto con profesores ilustres como Julio C. Tello, Pedro Paulet y otros. 

Aproximación a Julio C. Tello y Pedro Paulet
Fue bajo la dirección del sabio Tello que Javier escribió unos siete artículos sobre el folklore de Huánuco. Tello gustaba mucho del trabajo de campo; por eso cuando en 1934 Javier siguió el curso de Arqueología, tuvo la ocasión de viajar mucho, especialmente entre Lima y Huánuco. En estos viajes afianzó y sistematizó sus experiencias respecto a las diferencias que ahora llamamos “ecológicas” observadas en el trayecto entre Huánuco y Lima. Tello encargaba siempre a sus estudiantes que al ir a sus terruños, en las vacaciones de julio,  observaran atentamente el entorno buscando evidencias culturales del pasado que sirvieran al curso de Arqueología. Por ello, siguiendo estas instrucciones, al viajar a Huánuco, Javier comenzó a buscar huacas y restos de cerámica.
Cierto día, caminando cerca del cauce del río Higueras, en las proximidades de la ciudad de Huánuco, en compañía de su padre don Francisco Javier Pulgar Espinoza, notó la existencia de una huaca en la margen derecha de dicho río. Halló un montículo cortado y de allí depositó en callanas gran cantidad de material de diferentes colores y diseños: había descubierto las ruinas de Kotosh. Recogió alrededor de cuatro kilogramos de material arqueológico y lo presentó junto con la descripción del sitio, en un cuaderno de notas el primer día de reinicio de clases con Tello.  

El Profesor Tello se entusiasmó tanto con esta evidencia que inmediatamente planeó una expedición a Huánuco para estudiar dichas ruinas. El viaje se efectuó en mayo de 1935.    Tello fue alojado en la casa de Javier y allí pasaron ocho días estudiando el pasado, descubriendo la sabiduría ancestral del hombre peruano y aprendiendo a diferenciar los fenómenos del paisaje según su altitud, presencia de flora y fauna, obra del hombre, etc.   Prosiguieron a Huánuco Viejo en donde pudo identificar la Suni como región natural, es decir, aquel territorio por encima de los 3,500 msnm, que establece el límite superior de la actividad agrícola, constituyéndose como la región de la papa, la cebada y la quinua. Tello le encargó recoger los nombres de todos los vegetales por cuanto éstos eran los únicos organismos vivos en estado natural que estaban siempre ocupando los mismos sitios, en lo que sería uno de los componentes de base de la propuesta de regionalización natural del territorio del Perú que más adelante Javier  construiría.

En 1936, Pedro Paulet, un científico eminente vinculado a los orígenes de las investigaciones aeroespaciales, le enseñó Geografía Monográfica. Así, Javier entró en contacto con quien después fuera asesor de su tesis doctoral titulada "Introducción al Estudio del Río Huallaga" (1938). Esa tesis es un portentoso estudio integral de la cuenca del río Huallaga, sólo comparable a los estudios que muchos años después realizaron misiones científicas internacionales u organismos tales como la ONERN, después INRENA, pero a través de equipos multidisciplinarios de decenas de profesionales dotados de los recursos técnicos y financieros necesarios. En el caso de la tesis del Dr. Pulgar, se trató de un enorme esfuerzo individual, traducido en un documento de más de 1,000 páginas presentado en cuatro tomos, que refleja no sólo su capacidad de geógrafo investigador, sino su enorme voluntad de hacer una contribución efectiva para  una región que, décadas después, debido a su enorme potencial natural, se situó en el centro de las expectativas del desarrollo del país. La tesis doctoral de Pulgar Vidal tiene cientos de referencias bibliográficas, muchas de ellas totalmente perdidas, dado que la investigación documental se respaldó principalmente en textos que guardaba la Biblioteca Nacional, que sufrió un dantesco incendio en 1943, con lo que todas esas fuentes desaparecieron para siempre. Recientemente se está considerando la posibilidad de publicar esa tesis doctoral de Javier Pulgar Vidal, lo que sería un acierto no sólo en términos de difundir su enorme valor intrínseco como producto de una investigación de geografía científica seria y acuciosa sobre la realidad de una región del Perú, en ese entonces casi desconocida,  sino también para recuperar el registro de parte importante del patrimonio de la Biblioteca Nacional desaparecido en el incendio ya mencionado.

La tesis sobre las Ocho Regiones Naturales del Perú
En 1940 se organizó en Lima la Tercera Asamblea General del Instituto Panamericano de Geografía e Historia (IPGH) donde el Dr. Javier Pulgar Vidal presentó su tesis sobre las ocho  regiones naturales del Perú, la que fue plenamente aprobada. Así, en 1941 apareció la primera versión en forma de folleto, que alcanzó una gran difusión en diferentes ediciones, entre ellas, una  en el Boletín del Museo de Historia Natural.

La clasificación del territorio del Perú en ocho regiones naturales, se basa en el detallado conocimiento geográfico que poseían las antiguas culturas prehispánicas peruanas sobre el suelo que habitaban, conocimiento que conjugaba aspectos físicos (clima y relieve), de flora y fauna. Este conocimiento se dio gracias a la interacción que experimentaron con su medio en el proceso de producir los bienes que les permitían la subsistencia. Las ocho regiones naturales de Javier Pulgar Vidal, son: chala o costa, yunga (marítima y fluvial), quechua, suni, puna, janca (o cordillera), rupa rupa (o selva alta) y omagua o amazonía. La toponimia, es decir el nombre de los lugares a lo largo y ancho del territorio del país, puestos por los habitantes originarios de nuestro país y que sobreviven hasta la actualidad, constituye una demostración del claro conocimiento e identidad que los antiguos peruanos tenían de cada una de sus regiones.

El paso por la función pública
El Dr. Javier Pulgar también fue incorporado a la función pública, quizás más debido a hechos circunstanciales que como respuesta a una vocación que él hubiera  deseado encauzar.   Así, en 1941, cuando ya era profesor de Geografía y Arqueología en la Universidad Católica, viajó de vacaciones a Huánuco.    Estando allá recibió una llamada urgente para que se presentara inmediatamente ante el entonces Ministro de Fomento y Obras Públicas, Ing. Carlos Moreyra Paz Soldán, quien conocía de sus dotes intelectuales y profesionales.  De esta manera se convirtió en Secretario del Ministerio  de Fomento que en aquel entonces comprendía lo que hoy equivale a seis ministerios. Este cargo le permitió viajar a diferentes partes del país, pues su ministerio tenía competencia con los sectores de construcción, obras públicas, minería, aguas e  irrigaciones, vivienda, agricultura, ganadería, etc. Su labor como secretario le llevó a ganarse el aprecio y la confianza del Ministro y amistad de los Directores y personalidades de la política nacional.
Cuando en 1943, el Vicepresidente de los EE.UU., Henry Wallace visitó el Perú, entrando por Desaguadero desde Bolivia, fue a recibirlo el Ministro Moreyra Paz Soldán acompañado de su Secretario el Dr. Javier Pulgar Vidal.  Esperaron a Wallace en la línea de frontera y luego emprendieron el viaje a Puno.

Como Wallace era agrónomo se interesó mucho por los cultivos y la vegetación de los altos Andes en general, y frecuentemente preguntaba al Ministro Moreyra acerca de lo que apreciaba en el trayecto. Entonces el Dr. Pulgar Vidal fue llamado para que tomara lugar al lado del Vicepresidente de los Estados Unidos y le explicara los aspectos ecológicos y geográficos que le interesaban.
Resultado de esta experiencia, el Dr. Pulgar Vidal fue invitado a Washington, donde permaneció cerca de ocho meses (noviembre de 1943 a junio de 1944). Su “fellowship” le permitió viajar por diferentes ciudades y estados de los EE.UU., como Chicago,  New York, Ohio, Baltimore, Jacksonville, Alexandria, North Carolina y otros.    En Washington trabajó en “The National Planning Association” junto a destacados geógrafos americanos, con quienes perfeccionó sus técnicas de investigación geográfica partiendo del análisis integral de áreas.  Resultado de esta estadía en Washington fue la publicación de “The Upper Huallaga Valley” y “Lambayeque Arid Zone”, en 1944. Ese mismo año también trabajó con Jorge Zarur, miembro del Consejo Nacional de Geografía del Brasil y durante décadas el geógrafo más destacado de Brasil, en un estudio del río San Francisco, uno de los más importantes de ese país.

La fundación del Instituto de Geografía de San Marcos
A su regreso de los EE.UU. permaneció unos seis meses más en el Ministerio de Fomento al cual renunció para convertirse en Diputado por la Provincia de Pachitea en 1945. Ese año recibió una invitación del Rector de San Marcos, Dr. Luis Alberto Sánchez para que enseñara Geografía. Existía por aquel tiempo en San Marcos el Colegio Universitario con alrededor de 2,000 alumnos, adonde  fue a enseñar el Dr. Pulgar Vidal.   Siendo esta cátedra numerosa, recibió la colaboración de 11 auxiliares, entre quienes estaban Edmundo Ubillús, Pedro Herencia,  Carlos Flores Galindo y otros destacados geógrafos de los primeros tiempos de la geografía profesional en el Perú.

En 1946 se imprimió por primera vez su obra capital  “Las Ocho Regiones Naturales del Perú”  en forma de libro, donde se incluyó un esquema de análisis monográficos que había sido elaborado mientras trabajaba en la PUCP y luego perfeccionado en los EE.UU y, en mayo de ese año, fue llamado nuevamente  por el Rector Sánchez para proponerle la creación de un Instituto de Geografía.

Para ello invitó también al Dr. Emilio Romero (Geografía Económica) y al Coronel Gerardo Dianderas (Geografía Matemática), surgiendo así el Instituto de Geografía de San Marcos, como entidad dependiente directamente del rectorado, casi como una Facultad pero adscrito a la Facultad de Letras.    En aquel entonces era Decano de esa Facultad el Dr. José Jiménez Borja, quien le dijo al Dr. Pulgar que "su Instituto funcionará si trae una lista de 5 matriculados”. Pero resulta que en el primer año se lograron más de cien matriculados.

El asilo político y la estadía y obra en Colombia
Otra etapa importante de la vida del Dr. Pulgar Vidal es la que le tocó vivir como perseguido político. El 4 de octubre de 1948, el Presidente del Perú, Dr. Luis Bustamante y Rivero dictó un decreto, mediante el que ponía al Partido Aprista al margen de la ley. Ello  obligó al Diputado Javier Pulgar Vidal a refugiarse y asilarse, tres días más tarde, en la Embajada de Colombia. A los pocos días el General Odría se adueñó de la Presidencia de la República y recién dos meses más tarde concedió salvoconducto para que el Dr. Pulgar pudiera viajar a Colombia.

Llegó a Bogotá en diciembre de 1948, alojándose en una pensión en el Centro de la Ciudad.    Del Perú no había podido sacar nada.   Sus bienes habían sido embargados y en parte robados y entre ellos 4,000 ejemplares de la segunda edición de su libro: “Las Ocho Regiones Naturales del Perú”.
En Bogotá se vinculó inmediatamente con la Sociedad Geográfica de Colombia.   Allí conoció al Prof. Liaras quien le acogió muy cordialmente presentándolo en la Universidad Nacional de Colombia.    Por coincidencia, el Rector de este centro de estudios, Dr. Luis López de Mesa apreciaba la toponimia y por ello dispuso nombrar al Dr. Pulgar Vidal como catedrático de Geografía, aún cuando no tenía ningún curso al respecto en esa institución.    A propuesta de don Javier se creó en dicha universidad la primera cátedra de Geografía Económica de Colombia.

Por esos días aparecieron avisos en los diarios locales solicitando profesionales  para preparar las Geografías Económicas de los departamentos de Colombia. El Dr. Pulgar Vidal se presentó al lugar de convocatoria, encontrándose con el Dr. Antonio Ordóñez, Contralor General de la República, a quien había visto dos meses antes en la Embajada de Colombia en Lima. Al saber que el Dr. Pulgar se encontraba  desterrado en ese país, lo contrató para el trabajo citado con excelentes honorarios. Posteriormente, el Dr. Pulgar se encontró con el Prof. Enrique Pérez Arbelaez, polígrafo, quien estaba interesado en hacer el primer Censo de los Recursos Naturales de Colombia, en cuyas investigaciones participó activamente.

Ante un pedido del Ministro de Agricultura para que se presentaran propuestas para sustituir la carne de vacuno que se consumía excesivamente en el país, el Dr. Pulgar sugirió el Cuy o Curi. De esta manera comenzó un recorrido por el país averiguando la existencia y usos del Cuy, publicando al final el libro “El Curi o Cuy” (1952, 214 p.), libro que fue bien recibido iniciándose finalmente la campaña nacional para la
crianza del curi en el país.

En 1951, el Dr. Pulgar ya era Director del Fichero Científico Agropecuario del Ministerio de Agricultura de Colombia. Entre ese año y 1954 publicó sucesivamente, El Curi o Cuy,    El Cocotero, La Quinua o Suba,    El Eucalipto, El Mangle,    El Tacay, Aftosa Benigna de Colombia,    Diccionario Biográfico de Ingenieros Agrónomos, Diccionario Biográfico de Ingenieros Veterinarios, Voces Claves Agropecuarias, etc.

En 1954, el Dr. Pulgar era ampliamente conocido y gozaba de un gran prestigio como geógrafo en Bogotá y en el resto de Colombia.   Así, junto con otros académicos colombianos, creó la "Universidad de Bogotá Jorge Tadeo Lozano" con tres facultades: Facultad Indoamericana de Recursos Naturales, Facultad de Geografía y Planeamiento, y Facultad de Economía y Desarrollo, asumiendo don Javier el cargo de Director General de Estudios hasta 1958. Colombia recibió con los brazos abiertos al Dr. Pulgar, sin embargo, a mediados de la década de 1950 la violencia estaba en crecimiento en ese país e incluso una noche los ladrones vaciaron su casa. Por otra parte, en el Perú, el General Odría había dejado el Gobierno y todo ello creó las condiciones políticas propicias para que en diciembre de 1958 el Dr. Pulgar regrese al Perú. Se reincorporó a la UNMSM y en 1959 creó la cátedra de "Recuperación de Recursos Naturales” que dictó hasta su jubilación en la Universidad.

Recuerdo que durante los años de la década de 1980, cuando en función de mi trabajo viajaba frecuentemente a Colombia, el Dr. Pulgar me dijo en una oportunidad: “Lucho, cuando estés en Bogotá acércate a la Universidad Jorge Tadeo Lozano y verás, al ingreso, una placa recordando el nombre de los fundadores. Allí verás grabado mi nombre”. Así lo hice y, en efecto, en dicha placa aparece el nombre de Javier Pulgar Vidal como Fundador de dicha Universidad, pero alguien podría pensar que esa “recomendación” que me realizó traduciría un acentuado ego de parte de él. Nada más falso. Todos sus alumnos que tuvimos la oportunidad de departir con él en las aulas universitarias y más allá de ellas, conocíamos de su extrema sencillez, de su conocimos de su desprendimiento a la hora de transmitir conocimientos, de su inacabable vocación docente. Por eso, lo que yo advertí cuando me sugirió hacer esa visita, fue más bien un deseo de ser identificado como un educador, como un Amauta -que en efecto lo fue-, como un hombre preocupado por transmitir su sabiduría a las jóvenes generaciones, y el hecho de fundar esa universidad colombiana además de varias otras en el Perú, como veremos luego, era una expresión y la concreción de esa máxima aspiración.

Pulgar Vidal: fundador de cinco universidades
En 1959 el Dr. Pulgar Vidal hizo un viaje a Huánuco y dio una conferencia en la Plaza de Armas de esa ciudad donde expresó su deseo de crear una universidad, basado en su propia experiencia desarrollada en  Colombia. En mayo de ese año, ya funcionaba una comisión para la creación de una universidad en Huancayo.    En vista de las dificultades de financiamiento inicial de parte del Estado se creó la Universidad Comunal del Centro del Perú con el apoyo económico de las comunidades campesinas de Junín, Pasco, Huánuco y Huancavelica.    Fue el Dr. Javier Pulgar quien redactó el plan, el estatuto y los Reglamentos de esta universidad con doce facultades inéditas, siendo a la vez elegido su primer Rector.    Esta universidad comenzó a funcionar en abril de 1960 después de una apoteósica inauguración, que duró más de cuatro horas, con desfile de los comuneros por la calle Real de Huancayo, ante el entusiasmo de los vecinos y de los embajadores invitados como padrinos de las doce Facultades.

En la primera sesión del Consejo Ejecutivo de la Universidad Comunal del Centro del Perú, el Dr. Pulgar pidió y obtuvo el permiso para crear filiales en diferentes regiones naturales.    Así apareció la Filial de Huánuco (Yunga Fluvial), de Cerro de Pasco (Puna), y de Huacho (Chala). Debido a numerosos pedidos se abrió una Filial en Lima cuya secretaría ejecutiva estuvo a cargo de la Sra. Margarita Biber de Pulgar Vidal desde sus inicios hasta su estatización en 1961, la que se hizo sin reconocer a sus promotores sus derechos. En realidad fue una incautación deshonrosa para el Ministerio de Educación, cuyos expertos desfiguraron el mensaje académico, científico y práctico de la Universidad Comunal del Centro del Perú.   

El primer paso del gobierno de entonces fue cambiar de nombre a la Universidad Comunal del Centro del Perú por Universidad Nacional del Centro del Perú, manteniendo las filiales como tales, pues   el número de alumnos impidió supresiones.   Luego procedió a independizar a las filiales, siendo la primera la de Lima que dio lugar a la Universidad Nacional Federico Villarreal; la segunda fue la de Huánuco que devino en la Universidad Nacional Hermilio Valdizán; finalmente, fue la de Cerro de Pasco que se convirtió en la Universidad Nacional Daniel A. Carrión.   La Filial de Huacho se independizó posteriormente y hoy es la Universidad Nacional Faustino Sánchez Carrión.

Pero ni la incautación de cinco Universidades, detuvo al Dr. Pulgar Vidal en su quehacer por la divulgación del conocimiento geográfico del Perú. Así, en los años que siguieron continuó haciendo diversos trabajos, destacando entre ellos su participación en la Empresa Operaciones y Servicios S.A. del industrial Banchero Rossi. Allí hizo estudios para industrializar algunas frutas de la selva, tales como cocona, tumbito, granadilla, maracuyá, lulo, guanábana, chirimoya, guayaba, etc. Además siguió cumpliendo su trabajo de profesor en la Universidad de San Marcos.

El Fondo Toponímico del Perú
Siguió una larga etapa de conferencias y cursillos sobre temas geográficos, y continuó con sus investigaciones en el Fondo Toponímico del Perú creado por él en San Marcos en 1947.

Es importante detenernos en revisar lo que constituía este Fondo. Hasta 1975, fecha de jubilación de su creador, contaba con 700,000 fichas que agrupaban  alrededor   de 100,000 topónimos diferentes de todo el Perú. Con ese material, el Maestro se proponía escribir el Diccionario Geográfico Toponímico del Perú, tarea que lamentablemente no alcanzó a cumplir.     La toponimia es una rama del conocimiento que particularmente siempre apasionó a don Javier.    Ello se demuestra por su notable esfuerzo desplegado para hacerla conocer desde sus años de alumno universitario.    Con el entusiasmo de siempre, el Dr. Pulgar identificó algunos topónimos indicadores que relacionaban nombres de lugares con huellas del pasado histórico.    Hizo algunos mapas de los que sobresale el "Mapa-Quilca" donde se señalan 300 lugares en el Perú identificados con ese nombre: Quilca.    Visitó 25 de ellos y en todos encontró evidencias que probaron la razón del nombre, es decir “grafías” en las rocas.    Esto le permitió hacer la primera exposición Nacional de Quilcas en el Perú (1961-62) en el Sótano del Pabellón de Letras de San Marcos.

Los años culminantes de su docencia en San Marcos
Como   profesor universitario el Dr. Pulgar Vidal se hizo conocer a lo largo y ancho del país.    Ello porque en sus cátedras de Geografía Humana del Perú y de Recursos Naturales, recibió a estudiantes procedentes de las diferentes comunidades del interior del país, quienes escuchaban entusiasmados las descripciones y valoraciones de las especies   vegetales que ellos conocían y que algunos tenían a menos, ubicándolos en la región natural correspondiente.  La revaloración y recuperación de las especies vegetales nativas fue uno de los avances más logrados de nuestro Maestro, pues muy pocos estudiantes de geografía escaparon a su embrujo para hacer sus tesis sobre plantas nativas. Por lo demás, muchos fines de semana los dedicaba a las “prácticas de campo”, sacrificando generosamente no sólo el merecido descanso y el reencuentro con su familia, sino, incluso, poniendo a disposición de dicha actividad su conocida “combi Volkswagen” que él mismo se encargaba de conducir.  En reconocimiento a su dilatada y brillante labor como Maestro universitario, la Universidad de San Marcos le otorgó en 1975 el título de Profesor Emérito.

Después de la jubilación: la amazonía y la regionalización transversal del país
La jubilación en la Universidad de San Marcos permitió al Dr. Javier Pulgar ocuparse de asesorías   sobre una región que siempre le apasionó y de la cual fue un experto: la amazonía.   Así, en 1981 se ocupó de proponer soluciones a  los problemas de Loreto con respecto al canon petrolero; fue contratado por el Proyecto Especial Jaén-Bagua-San Ignacio y redactó junto con otro gran geógrafo, ya fallecido, -el Dr. Carlos Peñaherrera- un estudio sobre la Provincia de Utcubamba.    Ese año también participó en el equipo que desarrolló la propuesta para la creación de Ciudad Constitución, finalmente fundada en 1984 que entonces, durante el gobierno del Arq. Fernando Belaúnde, era vista como una esperanza para impulsar la descentralización y llevar el desarrollo al interior del país y particularmente a la región amazónica.

Aparte del interés por los temas amazónicos, el Dr. Pulgar participó activamente en las discusiones acerca de la regionalización político-administrativa del Perú.    Se inició en este tema en 1975 cuando fue nombrado como único geógrafo para estudiar el proyecto de regionalización propuesto por el gobierno de las Fuerzas Armadas. Fue allí donde propuso por primera vez la regionalización transversal del Perú, que con reajustes luego sostuvo  tanto en la Comisión Nacional de Regionalización, en 1981, como en diarios, forums, programas radiales y televisivos, y otros eventos donde intervino muy activamente.
El reconocimiento como Amauta y la Jefatura de la ONERN
En diciembre de 1984 recibió el justo reconocimiento del Gobierno del Perú, en mérito o sus contribuciones científicas y su labor académica, recibiendo las Palmas Magisteriales del Perú en el Grado de Amauta.
Con el gobierno que se inauguró en julio de 1985, el Dr. Pulgar Vidal fue nombrado Jefe de la entonces Oficina Nacional de Evaluación de Recursos Naturales (ONERN), siendo que en ejercicio de ese alto cargo se publicó la magnífica obra “Los Recursos Naturales del Perú” que, para muchos fines vinculados al conocimiento de la abundancia, diversidad, pero también la escasez y fragilidad de algunos de los recursos naturales con los que está dotado nuestro país, continúa siendo un referente fundamental. Cuando el libro finalmente fue editado, el Dr. Pulgar Vidal no sólo tuvo la generosidad de llamarme para obsequiarme un ejemplar, sino que al visitarlo yo en su despacho, como símbolo de su fe y esperanza en la capacidad intelectual y creadora  de los jóvenes profesionales geógrafos que antes fueron sus alumnos, escribió la siguiente abrumadora dedicatoria que hasta hoy me emociona leerla: “Al ilustre Geógrafo Magister Luis Oliveros Lakoma, con la esperanza de que cumpla una extraordinaria obra creadora en bien del Perú”.  Por supuesto que el reto es inmenso y no he podido cumplir siquiera una fracción de las expectativas de mi Maestro, pero tengo siempre esas palabras cerca de mí como una voz de aliento que me impulsa a ofrecer, en estos tiempos difíciles y desde mi modesto espacio de ejercicio profesional, lo mejor de mis capacidades en aras del progreso de la Geografía en el Perú y de una valoración de la dimensión geográfica del desarrollo por parte de los decisores de políticas públicas.
Pulgar Vidal, Embajador del Perú en Colombia
Finalmente, un hecho importante y culminante en su vida al servicio del Perú, con un claro y muy merecido sentido reivindicativo, fue su nombramiento, en 1986, como Embajador del Perú en Colombia. Él, que había sido un perseguido político, que tuvo que buscar refugio en Colombia casi cuatro décadas antes, era ahora  nombrado como Embajador Plenipotenciario del Perú en esa nación hermana. En el homenaje que se le tributó en el Country Club de Lima, se me encargó, así como hoy, pronunciar, en representación de sus discípulos, las palabras de despedida, de satisfacción por tan justa designación, y de expresión de nuestros mejores deseos por lo que sabíamos que iba a ser una brillante gestión. Y, a pesar de que las hojas donde escribí esas palabras se perdieron en los apuros de alguna mudanza, siempre recuerdo su gran satisfacción luego de escucharlas: ese nombramiento era el premio a una vida de constancia, de lucha, dedicación y sacrificio por la causa del Perú.
Sean recibidas, entonces, estas palabras, como un sentido homenaje de sus discípulos al Amauta Javier Pulgar Vidal, padre de la Geografía Científica en el Perú, en este año del primer centenario de su nacimiento. Muchas gracias.

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